¡El patio del Liceo Aguadillano! Déjame contarte sobre este espacio que parece sacado de un anfiteatro moderno con un toque tropical. Este no es un patio cualquiera; es el centro de operaciones, el lugar donde pasan todas las historias, donde cada esquina tiene una anécdota que contar. Imagina un patio que parece un pequeño coliseo contemporáneo, donde las gradas semicirculares abrazan un área verde como si estuvieran dando un cálido “Buenos días” a todos los estudiantes. Estas gradas, pintadas de un hermoso color elegante y parecen escalones hacia el cielo, están custodiadas por una hilera de cipreses que se mantienen firmes como centinelas verdes, dándole un toque de elegancia natural al espacio. “¡Aquí es donde pasan las cosas interesantes!” El patio tiene una forma única, con ese césped central dividido por caminos que forman una cruz, como una brújula que guía a los estudiantes en su día a día. El patio se siente como el corazón del liceo Aguadillano, donde cada rincón parece hecho para disfrutarlo y vivir buenos momentos. ¡No te extrañe ver a alguien ensayando una obra, practicando un baile, o simplemente echando cuentos en sus escaleras! La arquitectura del edificio, con sus niveles y pasillos blancos, crea un marco perfecto alrededor del patio, como si fuera un lienzo en donde se pintan las mejores historias escolares – desde las conversaciones animadas durante el almuerzo hasta las presentaciones que se celebran allí, entre ellas los movie nights y la Puertorriqueñidad. Es ese tipo de espacio que hace que hasta el estudiante más dormido se despierte con una sonrisa, ¡porque no es solo un patio, es el corazón al aire libre del Liceo Aguadillano, donde la diversión y el aprendizaje se encuentran bajo el sol caribeño! ¡Ven, matricúlate y se parte de la familia del Liceo Aguadillano!